Vanesa Lopez, spa de manos y pies

Elegí a Vanesa y su equipo para el día de mi boda y no puedo estar más feliz. Desde el minuto uno en los meses previos a la boda te acompañan y te aconsejan en todos loss tratamientos que mejor se ajustan a tus necesidades para llegar ese día radiante. Y durante el día de la boda inmejorable la calidad tanto como profesionales como personas, te ayudan, calman y guían en todo momento hacen mucho más que su trabajo que también lo realizan de forma espectacular y te dejan preciosa para poder disfrutar tranquila de ese día tan especial. Muchas gracias de corazón, seguid siendo tan buen equipo.

Acudí el pasado viernes 10 de diciembre para una semipermanente. Pedí la cita por teléfono el 3 de diciembre y me dijeron una cita que luego en la agenda apuntaron mal. Cuando la señora que me atendió en el establecimiento se dió cuenta me culpó a mi del error, luego no sabía si culparme a mí o a su compañera y se excusó diciendo que los viernes solo trabaja ella y que era raro que me pusiera su compañera el viernes. Yo llamé el viernes día 3, por lo tanto la misma que me atendió fue la que me dio la cita por teléfono para el viernes y no otro día. El estado del puesto donde me atendieron estaba sucio de polvo de uñas, no era precisamente de mis uñas, y por esto me alegro que no me quitarán las cutículas. No sólo eso, los esmaltes de mi alrededor estaban abiertos y manchados. El resultado de mis uñas es nefasto. Dibujos mal hechos, unas especies de "bolitas" en el esmaltado, colores mezclados y hoyuelos en una uña con acrílico. A los dos días el esmalte empezó a levantarse en varias uñas.

Trato cercano, recomendable al 100%, profesionales en todos los aspectos, hacen un pedazo de equipo con Vanessa a la cabeza pero si hubiera que definir la diferencia entre jefe y líder la pondría de ejemplo mil veces, ella es líder. Siempre al pie del cañón y siempre al servicio y procurando que a las clientas no nos falte de nada. No las cambio por nada.

Me han hecho el esmalte semipermanente demasiado rápido y la muchacha que me lo hizo, lo hizo con humos y mala leche. Al na de días se me empezó a levantar el esmalte y se me enganchaba el pelo, terrible.

Pedicura horrible, se limita a cortar todo lo que puede, sin dar forma ni homogeneidad al trabajo,en el esmaltado se salen, van rapidísimo y no te dicen ni adiós en la despedida. Dinero tirado.Ahora a aguantarme y esperar a que crezcan y por supuesto ,no lucir sandalias.No volveré.

Es un momento mágico , cuando llego me relajo y disfruto de la compañía de esas profesionales como son Vanesa y Noelia , te hacen sentir como en casa , todo amabilidad. Gracias chicas por hacer tan agradable ese ratito . Por cierto me encantan mis uñas de este mes

Fatal todo. No lo recomiendo. Pedí cita hace más de una semana para hacerme y digo literal, las manos y los pies. Ayer, día el de mi cita a mi hora, me preguntan y les contesto que tengo cita para hacerme las manos y los pies. Me sientan en un puesto con restos de la clienta anterior y comienza a limarme las uñas como si no hubiera un mañana junto a la máquina, toda sucia, de hacer uñas permanentes , a lo que la comento que yo no quiero hacerme las uñas permanentes, ya que me senté sin que me preguntara, ella, extrañada, me pregunta por el color que quiero y le pregunto que si no me va a quitar la cutícula y arreglar mis manos, que al igual que con los pies, eso es lo que quiero y a lo que he venido. Me dicen que entonces tenía que haber reservado para hacerme la manicura rusa, que ese es su servicio y que para los pies, tenía que haber pedido pedicura. Después de discutir estos conceptos y algo más y ya que necesitaba arreglarme los pies, no de muy buen agrado acepta hacerme la "pedicura". Su pedicura se basa en pasarte unos rodillos con una máquina, como la que usan para hacer las uñas permanentes y ponerte mucha crema. Agradezco en cualquier caso que no me quitara nada con las herramientas "normales" para mi, como unas tenazas ya que la falta de higiene brilla por su ausencia. Afortunadamente ya sé dónde no voy a volver.